miércoles, 4 de enero de 2012

Opinión sobre Editorial de El Mercurio 04 Enero 2011 sobre Satélite Chileno

Al final de este blog, copio el artículo editorial que publicó El Mercurio con fecha de hoy Miércoles 04 de Enero de 2012, con el título "Satélite Chileno" y con un comentario al centro del artículo, destacado, como una conclusión y que es el último párrafo de la editorial que dice: "Sin embargo, como este Programa ya es una realidad, corresponde desplegarlo de la mejor manera posible, y posteriormente habrá que proceder a una cuidadosa evaluación de sus resultados, antes de nuevas decisiones en la materia"

Ese comentario, está escrito en el contexto de que el satélite SSOT, según la editorial, desde sus inicios, ha estado sometido a críticas, por el escepticismo que despierta el valor de tener un satélite propio respecto de arrendar servicios a terceros.

La verdad fue que al principio de la iniciativa de compra de un satélite, realizada el año 2005 y comienzos del 2006, hubo polémica originada por la transparencia del Proyecto, conocido como Aurora y también porque se estaba realizando mediante una compra directa.  Por otro lado hubo descontentos respecto de la participación más amplia en el proyecto, incluyendo al sector académico.  Todo esto lo resolvió la Presidenta Michelle Bachelet ordenando en Julio de 2006 la adquisición del satélite pero mediante una Licitación Pública Internacional, donde participaron en un inicio 25 compañías aeroespaciales de fama mundial. Esta decisión, debemos decirlo, fue originada por una debida presión de diversos parlamentarios y la amplia cobertura periodística dada al asunto.

En todo caso, de la lectura de los comentarios realizados por 6 personas al artículo de El Mercurio, da pena constatar la tremenda ignorancia o falta de información pública que merece el tema espacial en Chile.  Algunos se preguntaban a quién favorece este satélite, que es pura chatarra armamentista; otros opinan que como el satélite será operado por la FACH, eso implica que la misión es obviamente militar. Hay una opinión que dice que no cree que existan muchos satélites con la trayectoria u órbita que sirva a Chile.  También se expresa que este satélite no sirve para Telecomunicaciones y que por lo tanto es puro estorbo en el espacio, además de su período de revisita de 37 días sobre el mismo lugar. ¡Cuánta falta hace una buena difusión pública de este tema y por supuesto: de la existencia de una Agencia Espacial en Chile!!

Se hace evidente, urgente la activación de una Agencia Espacial en Chile, sin miedos, no se trata de una "NASA Chilena". No es para tanto.  Hoy ni siquiera está funcionando la Comisión Asesora Presidencial (Bautizada como Agencia Chilena del Espacio) creada el año 2001 y que quedó sin Presupuesto para 2012 después de estar 3 años en el Ministerio de Economía. Lo grave es que tengamos un satélite chileno orbitando la Tierra sin Agencia, sin Política Espacial, sin Política de accesos, sin una Política de precios, de intercambios de imágenes con otras agencia u operadores espaciales.  Ese tipo de materias no puede ser misión de las FFAA sino del Gobierno, a través de un ente civil. Han funcionado Comités y Comisiones desde el año 1980.  Es hora de que el Gobierno ordene una reflexión sobre una Propuesta Estratégica de Desarrollo Espacial para Chile, con la definición de una Visión: ¿Cómo se ve Chile en el Desarrollo de Actividades Espaciales de aquí a 10, 20 o 30 años más? ¿Considera apropiado por ejemplo iniciar el desarrollo propio de ingenios satelitales o siempre los comprará? ¿Es una utopía desarrollar centros de lanzamiento? ¿Podremos desarrollar al menos algunos payloads científicos, militares o algunos demostradores tecnológicos que puedan ser lanzados al espacio? ¿Por qué Brasil y Argentina se nos alejaron tanto? ¿Por qué Argentina pudo implementar su propia Industria Espacial (INVAP) donde construyen sus propios satélites con algunas alianzas internacionales? ¿Por qué para China el espacio ultraterrestre es de vital e impostergable  importancia ? China planea llegar a la Luna en menos de 5 años y quiere ser la nueva súper potencia espacial. Venezuela ya ordenó su propio satélite de Telecomunicaciones y ya inició un programa de desarrollo de Satélites de Observación de la Tierra, enviando a sus profesionales a capacitarse a China y la India. 

Pasos a seguir: Que la Comisión de Defensa y la de ciencia y tecnología de la Cámara de Diputados o una Comisión Mixta citen a los que corresponda del Ministerio de Defensa y de Economía para que informen de lo obrado en 31 años de funcionamiento de Oficinas Espaciales (CAE en la FACH entre 1980 y 2001 y la ACE entre 2001 y 2011 en los Ministerios de Defensa y de Economía), que informen sobre las propuestas y análisis de misión espacial tenidas a la vista para decidir sobre el nuevo satélite, que entreguen un compendio de todos los proyectos realizados sobre la institucionalizacion de una Agencia Espacial, sobre proyectos de Política Espacial, los antecedentes que tuvo a la vista la Presidenta Bachelet para autorizar la compra del SSOT y las instrucciones que impartió, un resumen de las preguntas y respuestas que se generaron en la Cámara de Diputados y en el Senado sobre esta materia y así empezamos.  Después, que se logre un Acuerdo Político transversal sobre la creación de una Agencia que dependa del Presidente y a través de un Ministerio multisectorial como SEGPRES o SEGEGOB.

Ojalá que todas estas acciones no se vean retardadas ante la burocracia evidente causada por el período de vacaciones, después viene Marzo, etc.  Pero a partir del 26 de Marzo, La FACH inaugura su nueva versión de FIDAE 2012 y por supuesto, será un orgullo mostrar las novedades de nuevas imágenes satelitales captadas por nuestro propio satélite.  Lo inconveniente será, sin duda, la realización de un Ciclo de Conferencias Espaciales con la asistencia de la mayoría de los Presidentes o Directores Ejecutivos de las Agencias Espaciales de Sudamérica y Chile no podrá informar siquiera su decisión de activar una Agencia espacial definitiva y explicando que la débil y poco efectiva Comisión Asesora quedó sin efecto, sin presupuesto y sin ninguna medida de transición.  Hoy no hay ninguna dependencia del Gobierno que pueda coordinar TODOS los temas espaciales de interés.  Quizás sea mejor provocar una pequeña crisis para trabajar más rápido en la solución.

Ahora copio la editorial publicada en El Mercurio

Miércoles 04 de Enero de 2012
Satélite chileno

El tercer satélite chileno, el FASAT Charlie, fue lanzado al espacio hace unas dos semanas desde el Puerto Aeroespacial de Kourou en la Guayana Francesa, montado sobre la etapa superior de un cohete Soyuz ST, junto con el satélite francés Pléiades y otros cuatro microsatélites. En la experiencia nacional, este lanzamiento fue antecedido por la sonda prototipo FASAT-Alfa en 1995, cuyo desprendimiento del satélite que lo transportaba fracasó y la sonda se perdió -estaba asegurada-, y el FASAT-Bravo en 1998, que operó hasta 2001, cuando completó su vida útil de tres años.
El satélite actual pesa 130 kilos (los dos anteriores pesaban 50 kilos) y su fabricación y la subcontratación de su lanzamiento costaron 72 millones de dólares. Barrerá una franja de 10 kilómetros de ancho en cada pasada, con una resolución de hasta 1,45 metros si se trata de imágenes en blanco y negro. Será controlado desde la base aérea de El Bosque, y servirá para entregar información variada -meteorológica y vulcanológica, monitoreo de gases con efecto invernadero, vigilancia de la frontera o de construcciones importantes, planificación agrícola y urbana, control de desastres y protección del medio ambiente, entre otras-. Sus imágenes serán procesadas por el Servicio Aerofotogramétrico, que las pondrá a disposición de reparticiones gubernamentales e instituciones universitarias para múltiples usos, y se distribuirán por la Agencia Chilena del Espacio, que depende del Ministerio de Economía.
Desde sus inicios, este programa ha estado sometido a críticas, por el escepticismo que despierta el valor de tener un satélite propio respecto de arrendar servicios a terceros. Los satélites propios normalmente no son los de última tecnología, los costos totales de un programa de ese tipo son superiores a los de arrendar servicios específicos, y ese mayor desembolso no se ve compensado por la transferencia tecnológica generada, pues la fabricación, mantención y plataformas de lanzamiento siguen siendo extranjeras. Quienes apoyan un programa de este tipo, suelen invocar argumentos de seguridad nacional o autonomía, pero de hecho, la dependencia a que se expone el país con un satélite propio, pero cuya tecnología no le pertenece, conspira en el largo plazo contra esa autonomía.
Sin embargo, este programa ya es una realidad, corresponde desplegarlo de la mejor manera posible, y posteriormente habrá que proceder a una cuidadosa evaluación de sus resultados, antes de nuevas decisiones en la materia.
Como este programa ya es una realidad, corresponde desplegarlo de la mejor manera posible



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